piątek, 20 maja 2016

¿Y tú. qué película prefieres?


Matador. Pedro Almodovar.  

Desde el punto de vista del estudiante, no hay mejor tipo de traducción audiovisual que la subtitulación. De los tres tipos más frecuentes y populares, es decir, subtitulación, doblaje y voz superpuesta este primero es el que trae la mayor cantidad de ventajas lingüísticas. Podemos a la vez entender la banda sonora original en la lengua extranjera (además con la voz verdadera de los actores) y si nos gusta, compararla con los subtítulos. De esta manera, podemos aprender el vocabulario, observar estructuras gramaticales y escuchar la melodía o el acento. Sin embargo, la recepción de este tipo de traducción exige del espectador mucha atención y una cierta habilidad lingüística en su propia lengua. Por lo tanto, no podríamos recomendarlo a los niños que no saben leer (o adultos en caso de países poco desarrollados donde sigue habiendo analfabetismo), ni a las personas muy mayores o enfermas que tienen la dificultad de concentrarse, etc.
            Para los espectadores a los que no les interesan los valores lingüísticos, que sólo esperan divertirse o que tienen dificultades de lectura, les recomendaríamos una película doblada, porque su recepción no exige mucho esfuerzo, es más fácil y divertida. Además, no podemos olvidar que en el proceso de subtitulación se pierde sobre un 40 % de texto original, pues la versión doblada es más exacta y detallada. Hay también probabilidad, de que si una acción ocurre en la parte inferior de la pantalla, los subtítulos pueden cubrir un fragmento interesante de la imagen.

            Tenemos que poner de relieve el hecho de que para algunos grupos, uno u otro tipo de traducción constituye una sola posibilidad de disfrutar de la película. Para las personas sordas será la subtitulación, y para las personas ciegas el doblaje. Desde el punto de vista económico, el doblaje cuesta más esfuerzo, tiempo y dinero, que puede causar precios más altos de taquilla.

M.H.

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